domingo, 25 de agosto de 2013

Un volcán enojado y un río agrio. Termas de Copahue (Argentina)


Alberto Ghiglione Claverol. Director Operativo RECA Consultores SRL. Buenos Aires (Argentina) 

Todo comenzó por un programa terapéutico... Junto con Marta, mi esposa, y mis sobrinos Susy y Leo decidimos hacer un viaje hacia las Termas de Copahue, recomendadas por los poderes beneficiosos para el organismo.

Las termas están situadas al pie del volcán del mismo nombre, en la provincia argentina de Neuquén en plena Cordillera de Los Andes, casi en la frontera con Chile, a unos 2.500 metros de altura sobre el mar.
Las termas son producto de la acción de los gases emanados por la chimenea del volcán, que calientan las aguas del río hasta unos 200ºC, aportando ácido sulfhidrico y ácido clorhídrico, pero también manganeso, azufre, calcio y amonio.

Los barros (peloides) y las aguas sulfurosas y ferruginosas, así como las algas desarrolladas en ese hábitat, son el atractivo hacia el centro termal, muy considerado por sus propiedades curativas. Así, cada verano, varios miles acuden aquí para recibir los tratamientos reconstituyentes.
Allá fuimos, y nos encontramos no solo con las termas sino también con paisajes, hechos y circunstancias que merecen compartirse.

Nuestro viaje fue en noviembre de 2012, en la primavera cercana al verano en el hemisferio sur, lo cual no fue impedimento para que, a pesar de los carteles de precaución por las altas temperaturas en rutas y calles, el lugar nos recibiera con una copiosa nevada.

 
Las emisiones de vapores del volcán eran bien evidentes así  como las “fumarolas” , columnas de vapor que aparecían y se atenuaban según los momentos para reaparecer en otras grietas de la ladera.
La zona está habitada, en buena medida, por  la comunidad  indígena Mapuche, de la que algunas estimaciones indican que existe una población de unos 500.000 descendientes de los originarios  habitantes autóctonos, entre Argentina y Chile.

Y es así que los mapuches dieron nombre a este entorno que, en su idioma, significa lugar de aguas sulfurosas.
 
Precisamente  y hablando con algunos de ellos acerca de los vapores que emitía el volcán y de las fumarolas,  nos decían que el volcán estaba enojado, a raíz de que lo estaban molestando los hombres con un proyecto, en ejecución, que pretende usarlo para aprovechamiento hidrogeotérmico. 

Los gases y sales metálicas confieren al río circundante propiedades ácidas, por cuya causa se lo bautizó como “Río Agrio”, el que serpenteando durante varios kilómetros , y entre bosques de Araucarias, permite llegar hasta la profunda cascada a la que presta su nombre. 

Allí, se encuentra encajonado por  paredes en forma de columnas  prismáticas,  de base hexagonal producidas por la lava lanzada en sucesivas erupciones que han dado lugar a estos apilamientos de rocas basálticas.

La lava ardiente, al enfriarse, adopta diferentes formas, y en este caso, por sus componentes minerales se ofrece con cantidad y variedad de colores y formas.

Luego de la cascada el río vuelve a circular manso, y allí nos sorprenden patos autóctonos, nadando tranquilamente en agua de pH 2,5en un contorno de tierras ferruginosas rojo-amarronadas.

Esto nos hace recordar a lo que Rafael nos contaba de las especies que encontraron su hábitat en el otro Río Agrio, en Andalucía, y en tantos otros ríos con aguas ácidas en la Faja Pirítica Ibérica, en Andalucía.
 
A medida que los días de nuestras inmersiones en aguas sulfurosas y tratamientos con barros se agotaban notábamos que los vapores del volcán se hacían más notorios.

Pocos días después de nuestra vuelta, el 22 de diciembre  el volcán entró en erupción, obligando a tornar las alertas a amarillas, luego a naranjas y finalmente a rojas, obligando a evacuar a las poblaciones circundantes hasta la atenuación de las iras volcánicas varias semanas después.

¡El monstruo se había enojado! 

alb.ghiglione@gmail.com; albertog@recasrl.com.ar


domingo, 18 de agosto de 2013

Tecnología confiable para el agua de mina

Con este título (Reliable Mine Water Tecnology) se ha celebrado la Conferencia Anual de la Asociación Internacional del Agua en la Minería (International Mine Water Association), en el Green Center de la Colorado School of Mines, en Golden (Colorado, USA), del 6 al 9 de agosto de 2013.

Muchas reflexiones cabría hacer a este encuentro, del máximo interés, para cuantos dedicamos nuestros quehaceres a este apasionante ámbito de la ciencia y la tecnología.

Y una primera reflexión es, sin duda, el gran interés despertado, una vez más, entre la comunidad minera internacional, como demuestra la nutrida asistencia, de 351 delegados, de 26 países.

Y una vez más  duele el que, habiendo nacido la IMWA en Granada (España), haya sido el único participante español en esta Conferencia Internacional. Y pregunto: ¿de qué fuentes beben los consultores españoles en esta materia, que ignoran estos encuentros? ¿porqué no acuden los especialistas de nuestras  empresas mineras responsables de ese manejo del agua? ¿donde están los técnicos de instituciones que tienen asumidas competencias en estas materias?... preguntas que una vez más no tienen respuesta.


Tal vez para mi hay una carga emocional muy fuerte, cada vez que acudo a la convocatoria de la IMWA, porque  parece que fue ayer cuando, en septiembre de 1979, y en el marco del Simposio Internacional del Agua en la Minería y las Obras Públicas (SIAMOS), celebrado en Granada,  con la Presidencia de Honor de S.M. El Rey Juan Carlos I, lancé la propuesta de constitución de una Asociación Internacional, que nos integrase y diese continuidad a los encuentros.

En Granada nos reuníamos 354 participantes, con 102 acompañantes, de 35 países..., y un grupo pequeño decidíamos encontrarnos meses más tarde en Denver en el First International Mine Water Simposium, para avanzar y concretar ideas. Allí lance la propuesta de volver a Granada para redactar los Estatutos y Reglamento de lo que sería la IMWA, con un caminar  imparable, que la sitúa hoy entre las más acreditadas asociaciones técnicas del mundo...

Falta de asistencia española que, además, resulta incomprensible para esta área del agua y el medio ambiente en la minería, en plena actividad en España y en el "mundo mundial", y en la que no estar actualizado merma mucho lo que se puede ofrecer frente a los desafíos tecnológicos, cada vez más exigentes en estas materias. El esfuerzo de formación supone siempre, sin duda, mucha vocación y un costo no despreciable, aunque si rentable.

Las secciones de trabajo se han mantenido simultáneamente en cuatro salas, con un cronometraje perfecto, lo que ha permitido desplazarse en todo momento a la presentación del máximo interés personal, y esto es muy de agradecer a los moderadores, que han actuado con verdadera profesionalidad. Presentaciones que han contado con 20 minutos de intervención y 5 de coloquio, cumplidos estrictamente, y que bien aprovechados dan para mucho.

Las presentaciones se han agrupado temáticamente en siete áreas (un verdadero "encaje de bolillos"): Permisos y regulaciones,  Hidrología, Geoquímica, Tratamientos, Operaciones, Clausura, y Agua de hidrocarburos, y han dado lugar a una publicación de 1.263 páginas, en dos volúmenes, que viene a engrosar esa la mejor fuente de información bibliográfica para estos menesteres, que custodia la IMWA, y de la que se favorecen sus casi 800 miembros.


En esta ocasión el tema que elegí para presentar ha sido: "Surface water control in the bauxite mines of Porto Trombetas (Pará, Brazil)", contado como co-autores con Helio A. Lazarim, David Lorca Fernández y Vinícius V. Ribeiro. Tema que, por supuesto, enviaré con mucho gusto a cualquier interesado, en un afán siempre de contribuir a la difusión de conocimientos y, también, de dar a conocer excelentes actuaciones de la minería, en el manejo del agua y del medio ambiente.


Y no debo ni puedo cerrar esta muy breve reseña sin destacar un agradecimiento especial, al Presidente de la IMWA, Adrian Brown (Estados Unidos), alma de esta Conferencia, que se ha esforzado al máximo para que sea un éxito, consiguiéndolo rotundamente. Sabemos, los que hemos tenido estos oficios, los mil y un detalles que hay que cuidar, y de los que hay que estar pendientes, para que todo salga bien, y Adrian, con el apoyo de la Prof. Linda Figueroa, de la Colorado School of Mines, lo han conseguido plenamente. A él y su encantadora y amabilísima esposa, Lucia, nuestro agradecimiento sin límites: ¡Amigos para SIEMPRE!

El año próximo, y según aprobamos en el Executive Council, el Congreso de la IMWA se celebrará en Zuzhou (Jiangsu Province, China), del 18 al 22 de agosto. Espero poder asistir al mismo, para aprender siempre, y para regalar todo lo que tenga en las alforjas, que al otro mundo desde luego no lo voy a llevar, porque mejor es ir con equipaje liviano de asuntos terrenales.



sábado, 17 de agosto de 2013

Desde Colorado con óptimas sensaciones

Rafael Fernández Rubio

No era la primera vez, y tal vez hasta puede que no sea la última...

Un viaje más a las Américas, en un largo derrotero, que se sabe cuando empezó pero que es imposible anticipar cuando se puede acabar. Esa decisión no se cuando llegará, aunque si puedo estar cierto de que ha de llegar y al Cielo confío que sea en buen momento...

Un viaje realmente grato, con Delta Airlines, desde Madrid, haciendo escala en Atlanta. Vuelo muy confortable y trámites de pasaporte y aduanas especialmente agradables; encontrando gentes que han hecho muy acogedora la entrada en Estados Unidos, poniendo realmente su mejor saber hacer y facilitando toda la tramitación, además de ayudando en todo.

Recuerdo especial al policía de visados, con quien conversamos de todo, menos de lo que podrían ser formulismos, hicimos chistes, hablamos de nietos, le contamos los millones de dólares que llevábamos; me amenazó de un peligro no cumplido: Sagrario dedicada a las compras... Recuerdo también a aquel "mozo" voluntario, que nos trajo inmediatamente un carrito con  las maletas, antes de que nosotros las hubiésemos descubierto, y aun habiéndole dado equivocados los colores... ¡misterios insondables del destino! Era, sin duda, preludio de lo que han sido 11 días de muy grata estancia en los Estados Unidos.

Y desde el DIA (Denver International Airport), a través de su tren subterráneo, a la limousine contratada previamente, que nos recoge para trasladarnos en casi una hora a la ciudad de Golden, situada próxima al oeste de Denver, y al pie de sus montañas.

Es hora de descansar, pero antes de ello, nada más que cruzando la Washington Ave, nos apetece pasar a la terraza de ese restaurante Grappa, que se anuncia como comida mediterránea (Mediterranean bistro), y en el que su dueño, Ricardo Tondowski, es un brasileño que fue pianista de restaurantes, y ahora  ha debido hacer fortuna, porque sabe sembrar simpatía y tiene "oficio" en estos menesteres, con quien conversamos de aquí (USA) y de allá (Brasil). Aquí volveríamos más veces, durante la estancia en Golden, por el grato ambiente, y por la magnífica cocina, elaborada por su cheff francés Maurice Couturier, que sabe mezclar cocina francesa, italiana y española; que fue cocinero privado de Hussein de Jordania durante muchos años; que nos regala el paladar con: minestrone, steak tartar, portobello & grilled aspargus, filet aun poivre,... y unos helados ricos, ricos...

Nuestro punto de partida, para toda la estancia en esta ciudad, ha sido elegido por la Colorado School of Mines, a cuya cortesía se debe el haberse hecho cargo del alojamiento. Se trata del Golden Hotel, igualmente pleno de simpatía, confortable, muy tranquilo, y con un "staff" del que es justicia destacar a Graciela Martínez, recepcionista, mexicana, muy guapa y extremadamente amable, que siempre ofrece una sonrisa y un agrado en una atención que lo facilita todo. Pero también José, que nos trasladó tantas veces en el "transfer" del hotel, y los que no siendo mexicanos son también modelo de cortesía.

El hotel este emplazado al borde del Clear Creek, que discurre al pie de las Rocky Mountains (las Rocosas, para entendernos), y discurre por el corazón de la ciudad, con sus aguas cristalinas y espumosas, preparadas para el baño y hasta para navegar en balsa o en kayak, porque sin duda es un río que a todo ello se presta, pero también a los buscadores de pepitas de oro, mediante panera.

Y, por supuesto, a los pescadores, que aquí debe haber muchos dada la cantidad de ríos de montaña, con sus aguas bravas, que en la época del deshielo deben serlo mucho, además de frías, según nos cuentan de los crudos inviernos que aquí "disfrutan".

La ciudad fue fundada un 16 de junio de 1859, durante el "Piek's Peak Gold Rush" o, para entendernos mejor, la "Fiebre del Oro", cuando unos 100.000 buscadores del metal amarillo se extendieron por tierras de Estados Unidos, creando aquí un campamento minero.

De ahí nació la  famosa Colorado School of Mines, que es la vida de esta ciudad, aunque también la fábrica de cervezas Coors, que utiliza las aguas de este río, y que dicen es la mayor del mundo; pero también instituciones famosas, como el Centro Nacional de Terremotos (del U.S. Geological Survey), y el Laboratorio Nacional de Energías Renovables. Y todo ello sin olvidar que aquí cerquita está  la tumba de Buffalo Bill (pero eso espero que nos lo cuente Sagrario, que allí estuvo).

Golden, con algo menos de 20.000 habitantes, es una ciudad extremadamente limpia, en general con alto nivel de vida, y muy grata para andar cuando acompaña tan buen tiempo, que más que verano parece primavera.

Pasear por ella es relajante, y luminoso; sus tiendas pequeñitas, a lo largo de esa avenida principal, con; estatuas prácticamente en todas sus esquinas, con parterres de flores muy cuidados y coloridos, con recipientes para la basura perfectamente integrados; con murales que dan color a sus paredes...

Sus terrazas invitan a degustar productos mucho mejores que la tan extendida "comida basura", contemplando siempre al este el South Table Mountain, que se extienden horizontal sobre relieves antiguos, y donde esperas ver aparecer, en cualquier momento, a los amerindios arapahoes o cheyennes, montando a pelo a esos caballos moteados, y cubiertos sus cuerpos de tatuajes, pensando que atrás estarían los tipis construidos por las mujeres con las pieles de los bisontes... Eso es, al menos, lo que aprendimos en las películas de "indios", con toda su carga de emoción...