Antonio Pulido Bosch, Granada y Almería. Catedrático de Hidrogeología
Desde estas líneas agradezco al profesor Fernández Rubio, Rafael para los amigos, la sugerencia que me brindó, en su momento, de "colgar" algún relato viajero en su interesante blog. Las vacaciones estivales han sido un buen momento para desempolvar algunos recuerdos de mi paso por Yibuti, también escrito de la manera que aparece en el encabezamiento.
La selección del tema viene impuesta por tratarse del blog de una persona que ha recorrido medio mundo, y tampoco es cuestión de hablar de cosas ya muy trilladas.
La selección del tema viene impuesta por tratarse del blog de una persona que ha recorrido medio mundo, y tampoco es cuestión de hablar de cosas ya muy trilladas.
Se trata de una interesante experiencia, surgida tras la invitación de los profesores de Marsily y Razack, a participar en una reunión internacional organizada por el CERD (Centre d'Études et de Recherches de Djibouti), con el apoyo de la IAH, IAHS, UNESCO, France Cooperation y la Presidencia de la República, sobre Hydrogeology of Volcanic Rocks.
Franja litoral de acumulación de sales. |
Asistimos un centenar de personas con
predominio de investigadores franceses y de Yibuti, aunque se enviaron 52
trabajos, que cubrían también numerosos a emplazamientos de rocas volcánicas de
países como Nigeria, Etiopía, India, Senegal, Benin, Kenia, Camerún y Tanzania.
Entre ellos dos trabajos de investigadores españoles.
De entrada tengo que reconocer que muy
pocas veces he estado en el acto de apertura, de una reunión científica, con el presidente de un país y numerosos guardias armados en el interior de la sala.
Algunos participantes en la reunión. Entre ellos los profesores de Marsily, Razack y Gaye. (Foto T. Izquierdo). |
La conferencia
inaugural estuvo a cargo del profesor de Marsily, cuyo tema versó sobre la
dificultad de alimentar a la población mundial del año 2050 y no solo por falta
de agua, sino por falta de suelo para cultivar los alimentos necesarios. En su
interesante disertación sintetizó el trabajo publicado por la Academia Francesa
de las Ciencias, preparado por el Gobierno francés para examinar los principales
problemas que afrontará la humanidad, en la segunda mitad del presente siglo,
teniendo en cuenta las estimaciones del cambio global, las mega ciudades, los
cambios ecosistémicos, la biodiversidad, el eventual deterioro de la calidad de
las aguas de consumo humano, y los eventos extraordinarios, entre otros
aspectos.
De acuerdo con el tema de la reunión, fue visita obligada el recorrido a varios afloramientos de
rocas volcánicas singulares, esencialmente de basaltos de numerosos
generaciones, en general con menos de 5 millones de años.
Lago Asalt. La isla de la derecha es la del Diablo. (Foto: T. Izquierdo). |
A destacar, sin duda, el Rift Asal y el
lago del mismo nombre, situado a 155
m bajo el nivel del mar, en el que destacan sus enormes acumulaciones de sal, y una serie de morfologías de gran originalidad. Me llamó mucho la
atención lo que parecían “túmulos”, ya descritos en los yesos de Sorbas.
Este lago, con una superficie de 54 km2, tiene su
borde nororiental ocupado por 57 km2
de sales, que alcanzan 80 m
de espesor. Es el lago de cota más baja en África, y el tercero del mundo en estas circunstancias.
El lago se alimenta de la escasa escorrentía superficial –las precipitaciones
medias anuales apenas alcanzan 200
mm, mientras que la ETP es de unos 4.000 mm- de numerosas surgencias
termales y, muy posiblemente, de la prolongación del Rift hacia el golfo de
Aden y el océano Índico, a través de las numerosas fallas activas que jalonan a dicho
Rift.
Enorme acumulación de sal en el brazo activo del Rift. |
La concentración salina de las aguas de este lago varía entre 110 g/l en
aguas abiertas y 348 g/l en la franja litoral, cercana a las grandes acumulaciones
de sal y yeso.
El
recorrido hacia dicho lugar se inicia en una carretera recta, en obras, surcada
por una interminable caravana de camiones chinos muy nuevos.
Centro médico junto a la pista que va desde la capital hasta el lago Asal. |
Tras el desvío
hacia el lago Asal, me quedé gratamente sorprendido de ver ondear las banderas española y andaluza, en medio de la nada, en lo que era un ambulatorio
especializado en ginecología y pediatría que, al parecer, hacía una labor
humanitaria digna de la máxima consideración. Reconozco que me sentí muy
orgulloso. Quise hablar con el personal médico español, pero había una larga
cola de pacientes.
Curioso "túmulo" en lo que parecen yesos segregados durante la evaporación de la salmuera. |
Tras la comida
en la capital, visitamos la parcela experimental de Atar, donde 30 sondeos
bombean 13.000 m3/día de agua potable, para abastecimiento a la
capital. Agua captada en basaltos de distinta textura y estructura.
Numerosos
sensores registran en continuo, en esta parcela, los parámetros hidrometeorológicos, incluida una
estación de aforos, que mide las eventuales crecidas, ligadas a episodios
lluviosos de alta intensidad.
En el recuerdo quedan las casi dos
semanas de estancia, que constituyeron sin duda una experiencia muy interesante, difícil de olvidar.
apulido@ual.es
apulido@ual.es