الثقافة الإسبانية العربية للماء
Para quien ha nacido en Granada, y ha tenido la dicha de vivir en el recinto de la Alhambra, la cultura del agua se integra en su modo de vida, y hasta debe ser parte importante de su genoma.


Pueblos que nos legaron su saber, su técnica y su experiencia en el manejo de las aguas, sin desperdiciar una gota y apreciándola en todo su valor; pueblos cuidadores de este precioso recurso, que nos trajeron ciencia la cual asimilamos y hasta mejoramos; pueblos que nos dejaron una cultura que va desde los baños árabes, en tantas y tantas ciudades, hasta los riegos en amplias vegas y en estrechos bancales, esculpidos por las laderas de los montes, y hasta el sembrar y cosechar el agua.
Pueblos que nos enseñaron a construir azudes (السدود), y aceñas (الطواحين المائية), y norias (الآبار), y acequias (السواقي), y albercas (البرك), y aljibes (الصهاريج), y hasta castellanizamos sus nombres para hacerlos nuestros, y aprendimos a construir caminos para el agua, que son caminos para el hombre ,y sueños para la esperanza. Y aprendimos a "sembrar agua", que es como sembrar amor, sin saber quienes serán los beneficiarios...
Y aquellos alarifes hicieron música del agua en tantos y tantos jardines-huerto (the sound of water), y nos regalaron el placer de la vista, el del oído, el del tacto, el del sabor placentero…Y así los andalusíes reactualizamos culturas romanas del agua, con ese maridaje que nos legaba el mundo oriental islámico, traedor de riqueza hidráulica en una verdadera revolución verde.Y extendimos aquella cultura por el resto de los territorios del solar hispano y, cuando a América fuimos, la llevamos e hicimos maridaje del mejor manejo del agua con aquellos sabios pueblos quechuas, aimaras, incas, mayas…, con los que fundimos nuestra sangre, nuestro idioma, nuestra cultura y nuestras creencias.
Hoy, cuando el saber más se
universaliza, cuando la ciencia y la técnica no tienen fronteras, cuando el
mundo se hace aldea común y se globaliza, no cabe duda de que España tiene
vocación de compartir conocimientos y experiencias y saberes. Y los españoles tenemos especial
empeño de hacerlo con tantos pueblos hermanos del otro lado de este Mar
Mediterráneo, este Mare Nostrum, que es puente de plata en el que nos
abrazamos desde ambas orillas, pero también del otro lado de ese gran charco que es el océano Atlático donde nos hacemos iberoamericanos, que hermanos somos.

Y es así que esta España, que tiene necesidad de hacer el mejor uso del agua, ofrece hoy el saber de sus técnicos, de sus empresas, de sus ingenierías, de sus universidades, en una dinámica innovación… Y con ello ganamos, y mucho, porque compartir es vivir experiencia, y hacerlo con quienes tantos siglos de historia nos unen es, sin duda, el más grato quehacer…
Por eso, nunca nos cansaremos de escuchar el canto del agua (المـــــاء), y siempre soñaremos con dar de beber al sediento, sea su sed de agua, o de saber, o de soñar...

Y es así que esta España, que tiene necesidad de hacer el mejor uso del agua, ofrece hoy el saber de sus técnicos, de sus empresas, de sus ingenierías, de sus universidades, en una dinámica innovación… Y con ello ganamos, y mucho, porque compartir es vivir experiencia, y hacerlo con quienes tantos siglos de historia nos unen es, sin duda, el más grato quehacer…
Por eso, nunca nos cansaremos de escuchar el canto del agua (المـــــاء), y siempre soñaremos con dar de beber al sediento, sea su sed de agua, o de saber, o de soñar...